sábado, 1 de junio de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 18

                                                    CAPÍTULO 18


Era preciosa, estaba más que claro. Ese pelo rubio. Esa piel pálida. Esos ojos color esmeralda, que a pesar de no estar viéndolos en ese momento, imaginaba a cada segundo. Ese lunar tan peculiar que rozaba su labio inferior, era realmente sensual. Llevaba mirándola quince minutos, apoyado en la cama. Esta, dormía. Me levanté sin hacer ruido, me puse un abrigo, y salí al pequeño balcón. Y ahí estaba, Milán. Hacía muchísimo frío. Normal, estábamos a casi a finales de diciembre. Y eso me hizo acordarme de que al día siguiente sería nochebuena. Me recordaba tanto a mi familia… dentro de poco haría un año que estaba fuera de casa, y para mí había sido una eternidad. Pero era feliz, y eso es lo que yo buscaba. Observé a mí alrededor. Nos encontrábamos en el centro, en un pequeño hostal muy barato que pagamos entre los dos. Las calles eran inmensas, y el barullo de gente infinito. Ni comparación con el pueblo de Killarney. Las nubes inundaban el cielo, pero eran blancas como la nieve, y ni una sola gota caía. Era una ciudad muy acogedora. Era moderna y grande, pero a la vez antigua. Con sus catedrales, y edificios de piedra. Era realmente bonita, y eso que no había visto nada, pues la noche anterior veníamos muy cansados. Un rayo de sol intentó asomar, pero no lo consiguió. En ese transe de mis pensamientos, alguien se me acercó por detrás, y obviamente supe que era ella:

-          ¿Pero qué haces? – dijo Lilly con los ojos medio cerrados, y una cara de sueño infinita.
-          Pues aquí contemplar esta maravillosa ciudad, ¿qué te parece? – dije señalando hacia el frente.

lunes, 27 de mayo de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 17

                                                            CAPÍTULO 17


Las hojas caían. El viento soplaba, y la lluvia se hacía notar fuera. En apenas una hora mi avión saldría. Destino Italia. Eran las 10 de la mañana hora irlandesa. Faltaban un par de días para nochebuena, y la pasaría solo en Milán. Seguí mirando por la ventana, cada gota que caía en el cristal. Había pasado muy poco tiempo, pero el necesario para saber que ese no era mi lugar. Cada minuto que pasé en esa isla, fue mágico y a la vez doloroso. Pero valió la pena. Mis días ahí habían terminado, y me llevaba tanto recuerdos buenos, como malos. Llevaba ya mucho tiempo fuera de casa, y se hacía de notar. Era un chico fuerte, pero nostálgico. Mientras me encontraba pensativo mirando por la ventana del aeropuerto, Mike hizo que despertara de mi fantasía:

sábado, 11 de mayo de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 16


                                                         CAPÍTULO 16


El coche paró. Me pensé más de tres veces si iba a bajar. Casi una semana después. Sin noticias de ella. Mi brazo, vendado. Prometí ir a hacer terapia. Miré hacia fuera. Mike me esperaba en la puerta de recepción. Estaba de nuevo en “casa”. Mi habitación me esperaba. Tenía miedo, miedo de encontrarme con ella y no saber reaccionar. Tenía algo que decirle, y no sabía si ella aceptaría hablar conmigo. Mike vino a abrir la puerta, tras ver que tardaba tanto en bajar. Llevaron mi pequeña maleta a dentro, y Mike me abrazó con fuerza:

-        Me alegro de que hayas vuelto –me sentía muy bien cuando me mostraba su afecto.

Entramos en la recepción. Estaba lloviendo. Bastante fuerte. Subí a mi habitación, con ayuda de algunos huéspedes, muy amables. Al llegar arriba, lo primero que hice fue ponerme un chubasquero que cubriera la venda de mi brazo, y volví a bajar. Cuando me disponía a salir, Mike intentó detenerme:

-        ¡Eh! ¿A dónde crees que vas?
-        Voy  a dar un paseo – respondí muy convencido.
-        Estarás de broma… ¡llueve a cantaros!
-        Da igual, te prometo que no voy a alejarme, ¿vale?
-        No vengas tarde, pronto anochecerá – era obvio que me trataba como si fuera su hijo.

lunes, 29 de abril de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 15


                                                 CAPÍTULO 15


Mientras permanecía mirando a través de la ventana, viendo como las palomas golpeaban ligeramente el cristal, la puerta volvió abrirse. Ahí estaba, nunca me dejaba solo. Con su cabello rubio suelto, unos pantalones vaqueros, y una camisa de asillas, con una ligera rebeca encima. Se acercó a mí, y cuando me disponía a besarla, apartó su cara. En ese momento, supe que algo le pasaba, agarré su mano e intenté buscar su mirada, pero tampoco surgió efecto, entonces hablé:

-        Eh… Lilly, ¿pasa algo? – dije realmente preocupado.

Ella sin apartar la mirada al frente, respondió:

-        ¿Lo dices en serio? Es que, es que… - se cayó, como si no quisiera decir las palabras siguientes.
-        Adelante, te escucho.

martes, 23 de abril de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 14


                                                            CAPÍTULO 14


Abrí los ojos ligeramente. Las nubes invadían el cielo, como de costumbre. A mi lado, la chica más hermosa que había conocido jamás. Hasta durmiendo, era guapísima. Me abrazaba con fuerza, mientras yo la observaba. En ese momento abrió los ojos, y sonrió.

-        Buenos días princesa – dije mientras se estiraba un poco - ¿cómo has dormido?
-        Buenos días – y bostezó – muy bien, ¿y tú?
-        Contigo a mi lado, perfectamente.

Se levantó, y se incorporó sentada. Me miró fijamente, y volvió a sonreír.

-        Estás tú muy divertida esta mañana… - dije
-        No, divertida no, feliz, que es diferente.
Le di un ligero beso, pero intenso.

martes, 16 de abril de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 13


                                                             CAPÍTULO 13


No podía dejar de mirarla. Mientras yo cenaba, Lilly hablaba con Mike al final del comedor. Indirectamente nuestras miradas se cruzaban. Al terminar, me levanté de la mesa. Y me fui, sin despedirme por no interrumpir. Subí a mi habitación, estaba realmente cansado. Había sido un día agotador. Me puse unos pantalones largos, y una camisa blanca apretada. Me aseé, y me tumbé en la cama. Me puse a pensar en tantas cosas, que ni recuerdo. Llevaba fuera de casa bastante tiempo, y todavía esperaba estar mucho más. Pensé en mi futuro. En cuál sería mi próximo destino, y lo tenía claro. No quería correr prisa, pues me interesaba quedarme un largo tiempo en Irlanda. De pronto, cuando estaba a punto de coger un libro que me prestó el recepcionista, sonó la puerta. Tres toques. Me extrañó, pues ya eran las diez. Abrí, y allí estaba Lilly. Con su pelo rubio suelto, y pude apreciar que era más o menos ondulado. Con el pijama ya puesto. Era realmente sexy.

-        ¿Puedo pasar? – dijo un poco avergonzada.

sábado, 13 de abril de 2013

Está en ti, CAPÍTULO 12


                                                          CAPÍTULO 12


El despertador sonó. Eran las siete. Solo tenía tiempo de vestirme, y desayunar. Y así fue. Me puse una ropa cómoda. Fuera, llovía a ratos. Hacía un frío penetrante. Bajé a recepción, donde Mike me dio los buenos días. Entré a desayunar. Un jugo de naranja, y unas tostadas. No me apetecía para nada el desayuno continental. Subí de nuevo a lavarme los dientes. Y ya, a las ocho en punto volví a bajar. Esperé en la entrada bajo el porche un par de minutos. Y entonces a lo lejos, a mi derecha, apareció. Iba con unas mayas apretadas color negro. Unas botas de agua de un color apagado. Un chubasquero rojo no dejaba mostrar el color de su camiseta. Se acercó más y más, hasta que la tuve delante. Esos ojos verdes, ¡qué bonitos eran! Su pelo rubio recogido en una ligera liga. Sonrió, y me quedé embobado:

-        ¡Hola! – dijo con una voz muy dulce