lunes, 12 de diciembre de 2011

Llegaremos a lo más alto CAPÍTULO 11

                             CAPÍTULO 11 , Mi primer rechazo
                                                              
Entré por la puerta, seguramente, mi madre estaría cabreada, pues tan solo tengo quince años y pasé la noche fuera de casa sin decir nada. Mis sospechas eran ciertas, apareció por la puerta:
¿Dónde te has quedado? Tienes quince años, ¿qué te has creído? – dijo enfadada.
Mamá, me entretuve y me quedé en casa de Carolina, ¿vale? – hice un gesto molesto, pero en el fondo sabía que tenía toda la razón.
Siento gritarte, pero es que me preocupaste… anda ayuda a recoger la casa – y esa fue su última palabra, y se fue.
La cena de la noche anterior había causado mucha fiesta cuando me fui. La casa estaba hecha un asco, adornos por aquí, zapatos por allá. Estuve recogiendo con mis hermanos durante dos horas, pues Marta aún no había llegado ni a casa. Acabamos a las doce y media de la mañana. No tardé en subir arriba para llamar por teléfono a Eduardo, el cual, rápidamente me dijo que estaba bien, pero con un dolor de cabeza de muerte, normal, había bebido más de la cuenta.
Por un momento pensé que sería mi momento de descanso, pero fueron falsas esperanzas. Estaba tumbado en la cama cuando Gloria abrió la puerta:
Hijo, baja, tu entrenador quiere hablar contigo, parece importante – y con la misma, se fue.
No tardé en bajar, tan solo me puse los zapatos, y salí pitando por las escaleras. Allí estaba, Ángel, el cual me dio un gran abrazo como saludo, pero poco tardó en decirme algo:
Carlos, escucha, el equipo del Tenerife, el cual va primero en la liga de vuestra categoría, te ofrece irte con ellos. Te ficha, y además, te dará dinero – dijo entusiasmado.
Me quedé un poco rígido, pues no me lo esperaba, pero pronto reaccioné:
Pero, pero… tan solo tengo 15 años, ¿el Tenerife? ¡Imposible! – estaba perplejo.
Lo sé, pero te he dicho que es de tu categoría, es decir, el Tenerife de 15 a 16 años. Van primeros en la liga de tu edad. Si empiezas con ellos, cuando cumplas los dieciocho entrarás directamente en la 3º división con el Tenerife grande, ¡es tu oportunidad! – dijo convencido.
No puedo dejar a mi equipo… - no me dejó terminar la frase, me interrumpió de inmediato.
¡Carlos! Es tu oportunidad para llegar algún día a la primera división con los grandes equipos, dijiste que querías llegar a lo más alto – dijo ya un poco confundido.
Lo sé, pero dije que quería llegar a lo más alto junto con mi equipo, Brakyout. – contesté.
Ángel respetó mi decisión, para él inútil, se despidió y un poco decepcionado, se fue. 


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