martes, 11 de diciembre de 2012

Siento decírtelo, pero te quiero CAPÍTULO 24


                                                                CAPÍTULO 24


El coche paró. Marta entró al establecimiento acompañada de su representante.

-          - ¡Marta! Que alegría dios mío, estás… ¡guapísima! – dijo como saludo el director de la película RowerJick.
- La joven lucía un vestido negro ajustado, unos tacones negros, y su larga melena suelta y alocada.
-          ¡- Rower! Es un honor conocerte, tengo muchas ganas de trabajar contigo.
-          - Será una buena película, por cierto, felicidades por lo de miss universo, lástima que no me extrañe – y rió.
-          - Muchas gracias – respondió Marta sonrojada.

La verdad, que Marta era una chica además de guapa, sexy. Era considerada una de las mujeres más sexies del mundo. Su belleza, iluminaba a todo aquel que la mirara, tanto chicos, como chicas. Y todo hombre, se desviviría por ella.

-          - Bueno Marta, comencemos con el reparto. Te los digo todos, y os vais conociendo en lo que yo voy al despacho con tu representante a firmar un par de papeles.
-          - Perfecto – respondió la joven.
-          - Este es: Loren Sterk (tu padre); Marisa Plin (hermana que fallece) ; Josep Miron (jardinero) ; Lina Yuglen (mejor amiga) ; SoweyIndin (hija de tu madrastra) ; Paul Enderk (enamorado y novio) ; lo que son, papeles secundarios, y luego una última, muy importante pero por lo que veo llega tarde…


En ese momento, unos tacones sonaron al final del pasillo situado enfrente de ellos. Apareció una chica, de no más de cuarenta años, pelo largo marrón oscuro, con unas ondulaciones perfectas, y unos ojos azules celestes. Un vestido verde cubría su cuerpo, corto, que le hacían lucir un cuerpo increíble, era guapísima. Cuanto más se acercaba, más le sonaba a Marta. Y entonces, se dio cuenta. Su cara, se volvió pálida. Sus ojos marrones se volvieron apagados, y no sabía en qué postura mantenerse. A punto de salirle una lágrima, que se le transformó en parálisis, y se quedó perpleja.

-          - Y bueno, por lo que veo ahí está, Marta, Jessica Pérez(tu madrastra) – el director en ese momento, salió de la sala, junto con su representante, derechos al despacho general.

Marta seguía parada mirando fijamente a Jessica. Pero en cuanto se acercó, viró la cabeza hacia el suelo, y pasó desapercibida entre la gente.

-          - Buenos días a todos, siento llegar tarde. ¿Comenzamos con los nombres? – preguntó.
-          - Jessica, como se nota que eres veterana. Te conservas exageradamente bien, eres más guapa que en las fotos incluso.
-          - Muchas gracias, me alagas, ¿tú eres?
-          - Marisa, Marisa Plin, encantada – y le saludó.

Tras todo el reparto que se encontraba presente acabar de decir su nombre, Jessica no tardó en referirse a esa muchacha tan guapa del vestido negro que no enseñaba su cara.

-          - ¿Y tú, joven? ¿Eres nueva en esto? ¿Cómo te llamas? – y esta  no contestó, tan solo soltó una lágrima sin que nadie se diera cuenta.
-          - Esta chica es la protagonista – respondió Lina.
-          - ¿Y qué le pasa? ¿No habla? – preguntó Jessica, ya un poco confusa.
-          - No sé qué le ha pasado, su nombre es Marta, Marta Pérez.

En ese momento, la cara de Jessica se transformó. Hizo un pequeño gesto de desvanecimiento, y se abalanzaron sobre ella, dejando a Marta al descubierto. En ese instante, sus miradas se cruzaron, después de cuatro años. Después de cuatro largos años, sin una llamada, sin una noticia. Lo único que sabía Jessica de su hija, era que era una de las chicas más guapas del mundo, y que su carrera, le iba de maravilla, pero lo que nunca se imaginó fue encontrársela ahí, después de tanto tiempo, y tan grande y cambiada. Sintió una necesidad increíble de abrazarla, pero al ver su cara, supuso que no era una buena idea.

-          - ¡Jessica! ¿estás bien? – preguntó Rower que había salido del despacho.
-          - Sí, sí – respondió ella mintiendo.

Marta continuaba, a un lado, observando, y cruzando miradas con su madre.

-          - Marta, Jessica…  seguidme, quiero hablar con vosotras – el resto del reparto, comenzó a darse cuenta de lo que pasaba, habían pasado cuatro años, pero el día de lo ocurrido, fue la mayor noticia del mundo célebre durante unos meses.

Entraron al despacho, y una vez allí, Jessica tomó asiento, sin mirar a la cara a Marta, y esta, al contrario, permaneció de pie.

-          - Mirad chicas, sabía que pasaría esto. Pero escuchad una cosa… Jessica, fue una de las actrices más conocidas en su momento, y lo sigue siendo, y Marta, es una, por no decir la más conocida ahora mismo, es mi película, y quiero teneros a las dos, porque si estáis vosotras, no hay persona en este maldito mundo que no vea esta película. Sé lo que pasó en su momento, bueno, ¡quién no lo sabe! Pero… es vuestro trabajo, y tenéis que apechugar con ello, y tenéis ahí fuera millones de fans esperando ser recompensados.

La habitación permaneció en silencio.

-          - Yo estoy de acuerdo – respondió Jessica tras limpiarse unas lágrimas de las cuales nadie se dio cuenta.
-          - Me parece muy bien, ¿qué me dices Marta?

Marta no respondió. En ese momento, no sabía lo que pensar. Estaba  a su lado, ¡su madre! Después de cuatro años, y después de sentimientos tan desagradables.

-          - Está bien, lo haré, pero no quiero ninguna otra relación que no sea profesional.
-          - Vale, pues me parece muy bien, podéis iros, mañana nos vemos.

Ambas salieron, y entre una última mirada, Marta salió rápidamente de ese lugar.

2 comentarios:

  1. Me encantan tus libros , ¡pese a tu corta edad tienes mucho futuro en esto!, sobretodo sigue escribiendo , y aprendiendo día a día, y ya verás como más pronto de lo que crees alomejor hasta eres un reputada escritora
    Saludos.

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    1. Muchísimas gracias, ¡se agradecen los comentarios! Un saludo muy grande.

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