miércoles, 30 de noviembre de 2011

Llegaremos a lo más alto CAPÍTULO 10

                    CAPÍTULO 10 , La mejor noche de mi vida
                                                         
Eran las diez de la noche, todos estábamos cenando, incluida la familia de Eduardo, que pude darme cuenta que eran de pelo castaño como mi nuevo amigo, y ojos azulados, excepto la madre. Recogimos entre todos los primos y amigos. Y a las doce de la noche, tomamos las uvas:
¡Feliz Año nuevo! – decían todos como locos en el salón de mí casa.
Estábamos en 2011 y estaba seguro de que sería un año inolvidable. 
Doce y media, cuando un par de amigos del equipo tocaron a la puerta. Marta salió antes que nosotros, iba con unos tacones, y muy maquillada, pero guapísima, como siempre. Eduardo y yo salimos y al llegar a la plaza allí estaba Carolina. Increíblemente guapa, preciosa, con un vestido rojo que le llegaba apenas a la mitad de los muslos, sus ojos azules relucientes, y su melena rubia recogida.
Ya llevábamos un par de horas en la fiesta, Eduardo se había soltado, andaba por ahí con unos amigos, un poco pasado de copas. Yo había bebido, pero no estaba borracho. Carolina tampoco, pero no pensaba quitarle un ojo de encima, pues todos los chicos babeaban por ella. A las dos de la madrugada fuimos acompañar a una amiga de Carolina, una vecina de esta. Y una vez allí, nos dimos cuenta de que no había nadie en su casa, y sus padres no volverían hasta las tantas. Decidimos entrar y sentarnos en el sofá con unas copas en la mano:
Carlos debo decirte algo… - dijo preocupada.
Claro, dime – estaba un poco nervioso, pero confiaba en que fuera algo bueno.
Yo siempre he estado con chicos mayores que yo, pero nunca… llegué a ciertos extremos, no sé si me entiendes .
Carol, no creas que yo he venido aquí para eso… no quiero que... -  entonces, Carolina se acercó a mí, y dijo muy bajo:
No llegué a esos extremos porque no sentía por ellos lo que siento por ti .
En ese momento, sentí un escalofrío, subimos a la habitación, y las luces se apagaron.
El Sol era leve, unos míseros rayos entraba por la ventana. Lo que significaba que era temprano. Allí estaba a mi lado, la chica que siempre soñé, pasé la noche con ella, y además, la quería muchísimo. Me levanté sin hacer ruido, pero no sirvió de nada, pues Carol no tardó en despertarse:
¿Te vas? – dijo media dormida todavía.
Sí cariño, debo ayudar en casa, y además, ver cómo llegó Edu a su casa, lo perdimos anoche. 
Es verdad, pues nos veremos más tarde, cierra la puerta con cuidado, te quiero – y se volvió a dar la vuelta con intención de dormirse. Me quedé unos segundos más mirándola y después, salí disparado por la puerta, mirando el reloj, eran las diez y cuarto de la mañana del uno de enero de 2011.







2 comentarios:

  1. Vas a la izquierda, en el cuadrito que pone: archivos del blog, y te sale por meses. Y ahí entras en Noviembre, y están todos los capítulos, cuanto más abajo, ¡más antiguo!

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