miércoles, 25 de enero de 2012

Siento decírtelo, pero te quiero CAPÍTULO 3

                                                           CAPÍTULO 3


La puerta se cerró. Marta estaba en casa. Dejó su mochila en la entrada. Se dirigió al sillón, con su hermano Mario, en brazos. Este, tenía dos años, los pelos rizados más o menos largos, y los ojos marrones como su hermana mayor. Atravesó la puerta y estaba su padre:

- Hola, ¿cómo te ha ido? – dijo cogiendo a Mario en brazos.
- Bueno, supongo que mal, pero he tenido un primer día tantas veces, que estoy acostumbrada.
- Marta… sabes que tu madre y yo sentimos que hayas tenido que estar en tantos institutos diferentes, pero te prometo que este será el último, aquí es donde debemos estar, en California, así que no hay problema – respondió Sergio.

El padre de Marta, era un hombre dedicado a su familia, tenía cuarenta y seis años, y las primeras canas comenzaban a salir. Tenía los ojos marrones, como sus hijos, y su altura era menor, a diferencia de la madre, Jessica, era una modelo, y pronto actriz internacional, deseada por millones de hombres, tenía tan solo treinta y tres años, y los ojos azules. Un cabello largo, marrón oscuro, ondulado, como Marta, era parte de su belleza, era realmente preciosa.

La razón por la que estaba en Los Ángeles, era su madre, siempre estuvieron viajando por montones de países, incluidos Alemania, España e incluso Méjico. Ahora, un director de cine muy conocido, por la extremada belleza de su madre, le ofreció hacer una película, pues esta estudió algo de interpretación cuando era pequeña. La película era con actores muy famosos, y por ello, se encontraban en California, el mundo de las celebridades. Marta tenía miedo de que su madre se hiciera mucho más famosa al estrenar esa película, y no poder ser una adolescente más. A penas pasaba tiempo con ella, pues se pasaba el día grabando, y cuando no, en sesiones de fotos para revistas.

- Bueno, mañana viernes, no hagas planes, tienes que cuidar a Mario. Debo ir con tu madre al pres estreno de su película, ¡saldrá dentro de dos meses! ¿No te hace ilusión que tu madre se haga famosa? – dijo el padre de Marta, ilusionado.
- Sí… supongo- respondió esta, intentando no mentir demasiado.
- En la cocina hay tortilla hecha por mí, ¿te sirvo un poco?
- No papá, no tengo hambre, mejor me voy al ordenador – y con la misma, Marta subió a su habitación. Para su sorpresa, en su red social, tenía una petición de Alex, el cual le invitaba a ser su amiga así:

“No me gustan las chicas torpes, pero está claro, que tú eres un caso aparte” .

Marta soltó una carcajada, y con una sonrisa enorme, se fue a la cama.

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