domingo, 29 de enero de 2012

Siento decírtelo, pero te quiero CAPÍTULO 5

                                      CAPÍTULO 5


Era lunes por la mañana, y Marta, se pensaba sin cruzar la puerta de la entrada al instituto:

- Vamos Marta, si no entras, habrá acabado contigo.
- Pero Diego, yo no hice nada… ¿por qué? – respondió esta.
- Pues ya te lo dije… ella es así, venga vamos- y cogiendo a Marta por el brazo, entraron juntos.

No tardaron en darse cuenta que al atravesar el pasillo, la gente les miraba, y alguna que otra carcajada sonaba. De pronto, apareció Carla, tan elegante y pija como siempre, y se acercó a ellos:

- Marta, ¿es así como te llamas no? – y sus dos amigas rieron – siento mucho lo del viernes, no fue nuestra intención – dijo con una sonrisa falsa.
- No pasa nada… - dijo Marta mintiendo.
- ¿Cómo que no pasa nada? Sí que pasa, pasa que eres una… - pero entonces Marta le tapó la boca a su amigo, y Carla respondió:
- Bueno, yo no tengo la culpa de que seas tan torpe, así que, vete con más cuidado, ¡ah! Y una cosa más – dijo acercándose al oído de Marta – a Alex, ni te acerques, y se despidió con un ligero empujón.
- Pero… ¡cómo puedes ser tan…! – Diego no terminó.
- ¡Déjalo! No quiero problemas – dijo Marta terminando la conversación.

Pero en ese momento, apareció Alex con su equipo, y esta vez, fue él quien subió a una silla:

- ¡Chicos! ¿Queréis dejaros de reír? Estoy harto de tanta tontería, y públicamente te voy a decir algo - y se dirigió a Carla – hasta aquí lo nuestro, ¿entendido? No me gusta que seas tan superficial, y a ver si empezamos a tener un poco de corazón – bajó de la silla, y entre el murmulló de la gente y la mala cara de Carla, se acercó a Marta:

- Espera, antes de que digas nada… siento no haber hecho nada el viernes.
- No Alex, yo siento a ver sido tan… ¡muchas gracias! ¿Por qué lo haces? – dijo Marta.
- Porque… eres diferente. Y para demostrártelo, podrías quedar conmigo este viernes, ¿en el parque? – preguntó Alex con esperanza.
- Está bien, nos veremos allí sobre las seis, porque más tarde tendré que… - no le dejó terminar.
- Sí, sí, lo sé… ¿recoger a tu hermano? – dijo Alex riendo.
- Sí, ¡eso mismo! Nos veremos allí – dijo dándose la vuelta, para hacerse la interesante, pero estaba deseando que fuera viernes por la tarde.


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