jueves, 8 de noviembre de 2012

Siento decírtelo, pero te quiero CAPÍTULO 14


                                                         CAPÍTULO 14

El sol brillaba. Estaba en su cama, en su cuarto, en su casa. La puerta estaba un poco abierta. Marta puso sus pies en el suelo. Mostró su rostro ante el espejo, estaba horrible. Unas destacadas ojeras cubrían la parte inferior de sus ojos. Y estos, mostraban tristeza, y aún estaban llorosos. No se acuerda apenas de nada, cuando se alejó de ese lugar, perdió la noción del tiempo. Se dirigió al pasillo. Bajó las escaleras, todo parecía estar vacío. Pero entonces, en la cocina estaban Sergio y Jessica. Cosa que era rara, un sábado a las once de la mañana.

-         -  ¡Marta! – dijeron ambos alzándose hacia ella.
-          - Buenos días, mamá, ¿qué haces aquí? – preguntó la joven.
-          - Hija, no vamos hablar de mí. Cuéntanos todo lo que pasó en esa habitación.
-          - Mamá, no tengo ganas de hablar de eso… - y le cayó una lágrima.

Su padre, la abrazó.

-          - Lo sabemos, pero necesitamos saber si…
-          - ¿Queréis saber si me he acotado con él?
-          - Exacto – respondió Sergio aliviado.
-          - No, no lo hice. Y me alegro tanto…
-          - Cariño, hay que elegir bien esas cosas… siento que ayer hayas tenido que sufrir semejante escena, ha sido horrible, soy consciente y todo es culpa mía –dijo Jessica mirando una revista que sujetaba en sus manos.
-          - ¿Qué es eso?
-          - No hija… mejor no… - no dejó terminar a su madre cuando Marta agarró con fuerza la revista.
Entonces lo vio, portada: La hija de Jessica Pérez (Marta) enseñando su ropa interior. Fotos, y más fotos. Una en la que Marta pega con su mano a Álex, otra cuando cae al suelo. Otra, cuando llega Javier, y la coge. Otra, cuando aparece Jessica con su limusina… y así sucesivamente. Y no pudo evitar que otra lágrima cayera al pensar en Álex. Y hablando de Javier, ¿dónde estaría?

-          - Cariño, lo siento… la vida de un famoso es así – dijo Jessica.
-          - Pero te olvidas de algo mamá, y es que yo no elegí esta vida, la elegiste tú, yo no elegí esta jodida vida. Ser perseguida por periodistas, ni por tus fans, ni tampoco no tener intimidad.
-          - Es difícil para todos… - intervino Sergio – pero es la vida que te tocó, y no puedes echarle la culpa a tu madre, hay que apechugar con ello.
-          - Yo puedo soportarlo, pero ¡quiero ser feliz!
-          - Hija, siento decirte que ya no podrás ir al instituto… después de esto, eres el centro de atención de todo Los Ángeles, eres el punto débil de tu madre, y de donde pueden sacar información. Los periodistas son así –explicó su padre.

Marta, hundida tras la noticia de que estaba claro, que no podría ser una persona normal, salió corriendo al jardín donde la cálida brisa calentaba lentamente la piel. Y entre las lágrimas de su madre, Jessica, al darse cuenta que la vida que tanto soñó, no era tan ideal como pensaba.

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