CAPÍTULO 26
Los nervios le
comían. Había pasado una semana. El trabajo junto a su madre, se hacía de
acostumbrar, pero le costaba. Se encontraba tras las cortinas, era una de las cinco
finalistas de miss universo. Sus contrincantes representaban Rusia, Japón,
Francia y Brasil, eran muy guapas. La grada estaba llena, y las cámaras, eran
una vez más, de notar. No solo estaba nerviosa por eso, también debía decir
algo, que le costaba mucho.
- - Vamos Marta, ¡despierta! Estás a punto de salir – le dijo Álex.
- - Álex… tengo que decirte algo…
- - Claro, dime.
- - Pero no es tan fácil…
- - Bueno, prueba, no creo que sea algo fuerte.
- - Yo… yo… - la chica que iba delante de ella, salió al escenario.
- - ¡Vamos Marta!
- - Estoy embarazada – el nombre de la joven actriz sonó, y la multitud
gritó. Esta salió con cara de asustada, pues no sabía cómo habría reaccionado.
Hizo el pase de modelo que le correspondía, y dijo unas palabras.
Álex se quedó
perplejo. Hubiera esperado cualquier cosa, menos eso. ¿Embarazada? Cómo sería
posible… pero luego cayó en aquella noche de la presentación hace casi dos
semanas. Pero en ese momento, se centró en su chica, sí, las demás eran guapas,
pero ella, destacaba. Lucía un vestido muy corto, más de lo que a él le
gustaría, azul eléctrico, sus pestañas grandes, hacían que el color marrón de
sus ojos fuera más intenso. Su pelo recogido, en forma de espiral, le daba un
toque elegante. Los pendientes, el collar, los tacones… ¡todo, era precioso!
Marta miró
alrededor. Su padre no estaba, como le había prometido. Pero entonces, la vio.
Era ella, Jessica, tan guapa como siempre. La participante, viró la cara, no le
apetecía prestarle atención. Jessica sonreía, a pesar de darse cuenta de que su
hija le despreciaba. Entre pensamiento y pensamiento, escuchó una voz:
- - Y la ganadora es… - Marta no estaba muy atenta, y entonces las gradas
enteras se levantaron a aplaudir, y unos cuanto silbidos sonaron a lo lejos.
- - ¡Marta Pérez Sánchez! Representando USA, un fuerte aplauso – pero no hizo
falta que lo dijera. No podía creerlo, había ganado. ¡Era miss universo! Y un
bebé en camino… le hacía muy feliz. Le entregaron un ramo de flores, un par de
fotos, y el famoso título. En ese momento, miró a su alrededor, y se sintió muy
orgullosa. Las demás participantes le felicitaron, muy educadas, y Álex, a lo
lejos, le giñó el ojo.
Marta bajó del
escenario, y fuera le esperaba un infierno de cámaras y reporteros. Allí, le
esperaba Álex. La joven no sabía si quería escuchar lo que le diría, tal vez
sí, pero no le dio tiempo a elegir.
- - ¿Qué te dije, eh? Si es que no hay mujer más guapa en este mundo que tú…
- dijo recibiéndola con un beso.
- - Qué gracioso eres – respondió ésta abrazándole.
- - Y si encima, esperas un hijo o hija, de esta chica, ¿qué más se puede
pedir?
- - ¿Lo dices en serio?
- - ¿Qué pasa? ¿No quieres tenerlo?
- - ¡Pues claro que quiero! – respondió la miss con mucho entusiasmo – pero
no sabía si tú… - pero no le dejó terminar.
- - Marta, te quiero, y un bebé, aunque no estuviera esperado, es lo mejor
que me puede pasar, porque es nuestro, solo por eso.
- - Eres lo mejor que tengo, te quiero – y entre un gran beso salieron ante
las cámaras, que los fotografiaron.
- - Es más… ¿sabes qué? Lo voy a decir ahora mismo – dijo Álex al oído de
Marta.
Se dirigió a
las cámaras, y cogiendo a la chica por el brazo, lo dijo, sin pensar:
- - Fans de miss universo, Marta y yo, vamos a tener un bebé – y hasta los
cámaras y reporteros se sorprendieron, ya todos sabían cuál sería la portada.
En ese
instante, una mujer guapísima, apareció y todas las cámaras le enfocaron. Se
acercó a ellos, y dijo algo:
- - Antes de que digas nada, solo quería decirte, enhorabuena, por ambas
partes – dijo Jessica a su hija frente a
las cámaras. Los reporteros se le acercaron a hacerle preguntas como “¿cómo
llevas eso de ser abuela?; ¿quieres a tu hija?
Un reportero
rubio, guapo, de ojos color miel, se acercó a Marta:
- - ¿Cómo te sienta que durante tu gala de elección, a tu padre Sergio, se lo
haya llevado la ambulancia de su casa?
- - ¿Cómo? ¿Es una broma? – respondió Marta asustada.
- - Es que… ¿no lo sabías?
A marta se le
cayó el ramo. Alex empujó al reportero, y un hombre le paró. Jessica, que ya se
iba, se dio la vuelta con rapidez, y miró a Marta asustada. Marta salió
corriendo, donde su limusina le esperaba. Dejó atrás miles de reporteros con
centenas de preguntas para ella, impresionados por la escena. Álex, detrás. Y Jessica,
le cogió por el brazo:
- - Álex, cuídala.
- - Señora… permítame decirle, que no me diga algo, que usted no hizo – y
cerró la puerta del coche con fuerza en lo que este arrancó. Aún les quedaba
coger un avión. Jessica detrás, llorando con las cámaras captando el momento.
Y Marta, rumbo al aeropuerto, y con ninguna idea de lo que le había pasado a su
padre.
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